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¿Sabían los antiguos egipcios mucho más sobre el cerebro y la mente de lo que se les ha atribuido históricamente? Es interesante observar cómo el símbolo egipcio del Ojo de Horus, muestra un asombroso parecido con la región central del cerebro, donde se encuentra la glándula pineal.
Esta última es la encargada de regular nuestro ciclo del sueño, así como nuestro estado de ánimo, a través de la secreción de melatonina. Por su parte, el Ojo de Horus se asociaba con la protección espiritual y psíquica, y también proporcionaba buena salud. Esto podría indicar que sabían que esta pequeña glándula con forma de piña esconde un secreto de visión y capacidad mental superiores (asociado al tercer ojo).
Para René Descartes, en cambio, era en la glándula pineal donde se formaban todos los pensamientos y donde radicaba el alma. Así que sólo nos queda preguntarnos, ¿es realmente esta glándula la que produce la conciencia y todas sus capacidades?
